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El desarrollo del perro en un grupo de desarrollo – Directo con Crónicas Caninas

Durante el pasado 26 de agosto de 2024 pudimos conversar con Judit de Mamadog y Nerea de Canbiosis sobre su experiencia como profesionales acompañando a perros en grupos de socialización. Ambas lideran un proyecto conjunto, Crónicas Caninas, donde realizan lo que ellas denominan “grupos didácticos”, nosotras empleamos el término grupos de desarrollo. Todas compartimos el mismo, entendiendo esta actividad como un entorno seguro y colaborativo para que tanto perros como tutores puedan aprender y crecer juntos.

¿Te perdiste el directo?

¿Eres más de leer que de escuchar a personas hablar?

En ese caso te queremos brindar un resumen de los aspectos más fundamentales que compartimos en nuestra charla, apenas 4 minutillos de lectura, por si apetece.

Déjanos en comentarios tu punto de vista o dudas sobre el tema!

Los Tres Pilares del Desarrollo

Nerea de Canbiosis destacó tres pilares fundamentales que guían su trabajo en los grupos:

  1. Seguridad: Es esencial que tanto los perros como sus familias se sientan cómodos en el entorno de aprendizaje. “La seguridad es la base de todo lo que se desarrolla en la actividad”, afirmó Nerea. Y lo compartimos al doscientos por cien. A veces la seguridad no es solo física sino también psicológica. Sentir que todos queremos cuidar de todos en ese lugar. Sentir que aunque no seamos perfectos no nos herirán usando nuestras imperfecciones. Eso es fundamental para todo lo que buscamos en los grupos de desarrollo.
  1. Colaboración: Sin la colaboración entre los participantes, los grupos no serían viables. “En los grupos didácticos, todos participan y están atentos a lo que dicen los perros”, explicó Nerea. La comunicación de los perros es distinta de la nuestra, por eso hay profesionales guiando la actividad y familias que entienden que en la actividad todos los perros están comunicándose. No es importante solo lo que tu perro comunique sino también lo que comunica el resto.
  1. Apoyo Mutuo: Crear una red de apoyo es crucial para que los tutores se sientan libres de cometer errores y aprender de ellos. “Equivocándonos aprendemos”, enfatizó Nerea. Los errores de los demás son una posibilidad para el aprendizaje propio si tenemos la capacidad de vernos como un grupo.

Estos son los tres pilares que guían el aprendizaje grupal en la actividad de socialización.

El entorno, el desarrollo del perro y algunos ejemplos

Judit y Nerea también discutieron cómo promueven un ambiente propicio para el aprendizaje. “Intentamos preguntar a la gente cómo se siente, para que se sientan cómodos y puedan expresar si están colapsando”, comentó Judit. Este enfoque permite que todos nos podamos comunicar y sentirnos más seguros en el grupo.

El desarrollo social del perro es un tema central en sus grupos. Judit explicó que “los perros no solo necesitan hacer amigos, sino que también pueden desarrollar habilidades sociales en un entorno controlado”. Esto es especialmente importante para perros que viven en entornos urbanos donde las interacciones pueden ser limitadas. No siempre lograremos relaciones de amistad profunda pero en ocasiones aprender a convivir o a expresarnos, máxime para perros que viven en entornos hipersocializados, puede ser una herramienta de supervivencia básica.

Ambas educadoras compartieron ejemplos de perros que han experimentado un notable desarrollo a través de sus grupos. Por ejemplo, mencionaron a un Border Collie que, al interactuar con otros perros, aprendió a usar objetos como una forma de comunicación en lugar de un desencadenante de conflictos. “Empezó a aprender que podía usar los objetos para relacionarse”, explicó Judit. Se trata de un aprendizaje que las cuatro hemos observado en muchos perros dentro de la actividad. El uso de los objetos como herramienta de comunicación mucho más amplia. No solo pueden ser una herramienta para detonar conflictos graves como muchas familias han vivido, realmente los perros los emplean para poder comunicarse de formas mucho más moderadas o incluso para expresar un interés muy positivo por hablar con otros perros.

Otro caso fue el de Laika, una perra que, gracias a la confianza adquirida en los grupos, pasó de hacerse una bolita al conocer a otros perros a mostrarse segura y tranquila en sus interacciones. “Laika ha ganado una seguridad en ella misma que se ha visto reflejada en todos los aspectos de su vida”, comentó Nerea. Y es que cuando uno siente que tiene grandes dificultades a nivel social esto puede ser un gran lastre para su autoestima. Adquirir herramientas en un entorno que se lo permite puede hacer que en su vida se sienta mucho más competente en esta materia, con el consiguiente chute de autoestima.

Conclusiones

El directo concluyó con una reflexión sobre la importancia de la comunicación y el bienestar grupal. “No hay un perro que sea figurante de nadie; todos aportamos y todos nos llevamos”, enfatizó Judit. Además, se destacó que los grupos no solo benefician a los perros, sino también a los tutores, quienes encuentran un espacio de aprendizaje y apoyo.

“Es una actividad que puede ser muy enriquecedora y que aporta tanto a perros como a humanos”, concluyó Nerea.

Este directo fue una oportunidad valiosa para nosotras para poder compartir con nuestras compañeras puntos de vista comunes. El papel de la socialización en el desarrollo de los perros es muy distinto del que nos hablaban. No se trata de perros que ignoren a nuestra orden a otros perros. Hay aspectos mucho más profundos que les pueden transformar realmente.

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